Una buena última cena. Datos, mitos y la poesía del arroz (con una receta antigua)
“No quiero que te sientes simplemente en la mesa. No quiero que sólo comas y estés contento. Quiero que camines por el campo”.
Hola, espero que estén bien. Bienvenidos a otra publicación en la sección It's Food o' Clock. Aquí comparto escritos interesantes sobre comida (recetas, historia, relatos y curiosidades). Hoy comparto sobre uno de mis alimentos favoritos, el arroz. ¿Te gusta el arroz? Asegúrate de suscribirte, dejar un comentario y compartir para apoyar mi trabajo. Si sientes más generosidad, suscríbete pago ($5 al mes) para contenido adicional.

El arroz es un alimento por excelencia para la mayoría de las personas. Incluso algunas culturas que originalmente no lo tenían porque sus tierras no podían cultivarlo, lo adoran. Está en todas partes. Para algunos significa felicidad y nutrición, y para otros significa ser pobre y muchos carbohidratos. Pero el arroz significa muchas cosas. En su libro The Complete Language of Food, S. Theresa Dietz escribe sobre la simbología del arroz, señalando que puede significar “fertilidad” y “recuerdo”. También comparte los “posibles poderes” de este delicioso alimento. La gente le atribuye al arroz propiedades como el elemento aire, la fidelidad, la suerte y la riqueza.
El arroz ha salvado la vida de muchas familias y culturas durante tiempos difíciles. Esto en sí mismo (tiempos difíciles) puede crear distintos significados en diferentes culturas. Dos personas podrían haber crecido comiendo técnicamente el mismo plato y aun así percibirlo de otra manera. Por ejemplo, un amigo mío considera que el plato que mencioné anteriormente (el que me gustaría comer como última cena) es lo peor que jamás haya existido. Una vez me dijo que mientras crecía en Colombia eran tan pobres que el arroz y los huevos fritos eran su comida cotidiana. Esta comida le trae recuerdos con mal sabor. Podemos ver cómo la situación económica en la que crecen las personas puede alterar la percepción de un alimento. Y, sin embargo, la gente, pobre o rica, odiándolo o amándolo, come arroz.
Según el USDA, China, India, Bangladesh e Indonesia son los cuatro principales consumidores del planeta. Hay cuatro tipos de arroz que se producen en todo el mundo. Cada tipo tiene sus propias regiones preferidas para crecer.
El arroz Indica domina la mayor parte del comercio mundial y se produce en regiones tropicales y subtropicales.
Variaciones de arroz aromático como el jazmín y el basmati se cultivan principalmente en Tailandia, Vietnam, Camboya, India y Pakistán.
El arroz Japónica prefiere climas más fríos como Japón, Corea del Norte y del Sur, Rusia y partes de Egipto
Por otro lado, el arroz glutinoso se cultiva en países del sudeste asiático como Tailandia y Laos.
Platos del mundo
Con tanta diversidad y distintas preferencias y medios culturales, al arroz no le faltan recetas y formas de disfrutarlo. El libro The Gourmet Atlas: The History, Origin, and Migration of the Foods of the World dice que “el arroz es el grano más importante que se cultiva en el mundo”. Según las autoras, una época estimada de origen apunta a China 3000 a.C. El libro también comparte una lista de 15 diferentes platos de arroz del mundo:
Indonesia: Rystaffel.
China: Arroz con flor loto
Tailandia: Arroz con coco
Japón: Sushi
India: Biryani
Iran: Pollo
Turquía: Pilau
Iraq: Timman
Libia: Riz el Tammar
Jordania: Riz bi Sh’Riyah
Arabia Saudia: Dajaj M’Ashi
Marruecos: Poulet farci
Italia: Risotto
España: Paella Valenciana
Inglaterra: Pudín de arroz
U.S.A: Arroz hervido
La poesía del arroz
El arroz no es sólo un alimento; también es una cultura. Hay arte, música y literatura que ofrecen excelentes interpretaciones en su honor. En su poema Arroz la escritora Mary Oliver nos anima a no limitarnos a sentarnos en la mesa y comer arroz. Quiere que sintamos los terrenos en los que este crece. Con sus líneas lleva cosas como el sabor, la nutrición, la experiencia y el significado más allá del plato mismo:
“Creció en el barro negro.
Creció bajo las patas anaranjadas del tigre.
Sus tallos son más gruesos que velas e igual de rectos.
Sus hojas se parecen a las plumas de las garcetas, pero de color verde.
Los granos alcanzando su punto máximo, con ganas de reventar.
Oh, sangre del tigre.
No quiero que te sientes simplemente en la mesa.
No quiero que sólo comas y estés contento.
Quiero que camines por los campos
Donde el agua brilla y el arroz ha subido.
Quiero que te quedes ahí,
lejos del mantel blanco.
Quiero que te llenes las manos de barro,
como una bendición”.
Celebración y mitología

El arroz se celebra en todo el mundo de diversas maneras. A lo largo de la historia se han creado muchas fiestas en su honor. Siendo amante del arroz, sin duda disfrutaría visitar estos eventos. Aquí una lista de algunos festivales interesantes que se celebran en honor al arroz:
En Osaka, (Japón) se celebra el Festival de Plantación de Arroz de Otaue. Esta es una colorida celebración en la que se visten como samuráis y realizan “rituales de plantación de arroz” con la esperanza de una cosecha próspera en el próximo ciclo y para agradecer por el anterior.
En Luisiana (EE. UU.) celebran el Festival Internacional del Arroz. Este evento ha estado ocurriendo desde finales de la década de 1930. “En honor a la industria del arroz y a sus trabajadores agricultores”, la gente participa en muchas actividades. Entre los eventos de esta celebración se encuentra un concurso de comer arroz “que no se pueden perder”.
Durante las Fiestas del Arroz el pueblo de Sueca en España (también conocido como “el pueblo del arroz”) celebra el Concurso Internacional de Paella.
Los festivales de Makar Sankranti y Pongal en la India se celebran en agradecimiento por una buena cosecha. En estas festividades el arroz juega el papel protagonista por sus significados simbólicos de “abundancia” y “prosperidad”.
Más allá de fiestas y platos que suenan sabrosos, el arroz tiene un componente mitológico y folclórico que varía de una cultura a otra. Por ejemplo, la historia del “alma del arroz que huye” del pueblo Khmer nos cuenta que un día un matrimonio joven molestó al dios del arroz y las consecuencias fueron devastadoras para su comunidad. Huyendo a otro lugar en busca de paz, el dios dejó atrás el hambre (no más arroz). Algún tiempo después, se eligió a una persona para "persuadir" al dios a regresar, y después de cumplir su tarea, el pueblo Khmer pudo volver a comer arroz. Aquí hay una lista de otros mitos y folclores relacionados con este alimento:
En Luisiana (EE. UU.) se dice que “la prueba del verdadero Cajún es si pueden calcular la cantidad precisa de salsa necesaria para acompañar una cosecha de arroz que crece en un campo”.
En Puerto Rico si el arroz no es parte de una festividad algo falta. Ya sea un cumpleaños, una fiesta de Navidad o una boda al menos hay que tener 'un arrocito por el lado'.
Para el pueblo Dan de Liberia y Costa de Marfil (África), se entrega una cuchara de arroz especial a la “mujer más hospitalaria de un pueblo”. Luego (ella) “desfila con la cuchara y se espera que ofrezca un festín en el que se destaca el arroz”.
Una receta del pasado

El arroz se puede cocinar de muchas maneras, pero la sencillez y lo básico son tan divertidos como los platos más complejos. En el libro El Cocinero Puerto-Riqueño (1859) podemos encontrar una receta fácil de Arroz Blanco Criollo que se puede comer solo o acompañado. Además de conectarme con mi cultura, lo que me encanta de esta receta es que nos transporta a una época en la que las instrucciones de cocina se expresaban de manera diferente a lo que estamos acostumbrados hoy en día. La receta va de la siguiente manera:
“Se pone en una cazuela con más de un jarro de agua con su correspondiente sal, al fuego. Luego de que está hirviendo se echa el arroz que no pase de una libra, que es la cantidad calculada, bien lavado. Se deja cocer hasta que se gaste toda el agua. Aparte en cuatro cucharadas de manteca se fríen cuatro dientes de ajo. Ya que están dorados se sacan, y la manteca solamente se le echa al arroz cocido por arriba, cuidando siempre de que quede cocido y granado, en que consiste el mérito del arroz blanco o criollo”.
En cierto modo, el arroz es especial porque hay pocos alimentos similares. Puede ser tan abundante que puede alimentar a muchas personas en la tierra. Pero el arroz también es especial por su cultura y tradición. Cada sociedad y sus diferentes regiones tienen sabores, aromas, formas de servir y mitologías contrastantes. El arroz evoca emociones y movimientos. Nutre y da significado. Si tuviera voz y voto sobre cuál sería mi último plato de comida, diría que el arroz es una buena última cena.
Muy interesante... que mejor que un arroz con huevo???
No me gusta el arroz, creo que también lo asocio con la pobreza, aunque me pasé la infancia en Uruguay comiendo mucha pasta, y eso igual sí me gusta. El arroz me parece aburrido, pero para unos buenos frijoles me parece un gran acompañamiento.
Acá en Perú conocí varias personas que no comen quinoa, que ahora es tan trendy, porque les sucede lo mismo: les hace pensar en sus infancias en el campo, en la pobreza, en la discriminación que han sufrido por ser mestizos. También aquí hubo un cambio fuerte desde que entró el arroz, y ahora es parte fundamental de los platos, muchos incluso consisten en arroz con papas y fideos, carbohidratos x 3, una locura, pero la gente lo ama, y si les reducen la porción en el plato, se arma un problema.