La odisea de un escritor wannabe!
El trastorno mental de aprender a escribir y a narrar. Confesiones, comedia, y realidad.
Para antes de empezar:
Todos los errores ortográficos y gramaticales en este escrito están puestos (o dejados) a propósito. En los demás no pero en este si. I swear. Se los juro. Intento presentar de manera visual (tanto en el texto como en las fotos) el feeling que quiero transmitir.
Los quiero llevar en un vaije entre entre mi pasado y mi presente, en esta odiséa de aprender a escribir y a narrar. Sobre los contratienpos, el estrés, el ego, el miedo, el ADD, el autosabotaje, etc. - que he exeperimentado, y que le pasa de hecho a escritores profesionales de una manera u otra. Todo eso mezclado con la auto-burla (hay que aprender a burlarse de uno mismo).
¿Yo como escritor? No creo. Es que escribo malo con ganas!
No se qué más difícil para mi. Si organizar mis notas como los escritores profesionales hacen, o si puedo describirlas como un buen narrador lo haría en un libro. Uno de estos de literatura clásica, o de los de la lista del New York Times Best Sellers. De esos de quienes llevan el título de Autor antes del nombre de quien lo escribió.
Otra cosa es que siempre se me pasa alguna coma u otros signos de puntuación. De seguro ya tu, quien me está leyendo ahora mismo, has notado que falta algo en algún lugar de lo que he escrito hasta ahora. Like, really. ¿Yo, como escritor? Pero en mi defensa, yo nunca me presento como escritor, sino como alguien a quien le gusta escribir (y hacer podcast), y siempre le digo a la gente que cuando me lean o me escuchen lo hacen bajo su propio riesgo psicológico y espiritual (y lo hago como chiste pero a la vez con un toque de seriedad); en especial a quienes de repente sienten que uno de sus ojos comienza a palpadear rapidamente y su respiración se acorta al ver alguno de mis horrores ortograficos o al eschucharme pronunciar algo mal.
Les confieso que siempre he querido ser escritor. Nunca le había dicho a nadie ya que temía que se rieran de mi.. Desde pequeño lo fantaseaba pero no lo hacía ya que mi tiempo lo invertía jugando afuera, teniendo experiencias y teniendo aventuras con mi hermano y nuestras amistades. Jugando video juegos, haciendo deporte, trabajando con mi papá, mirando a mi mamá cocinar, viendo caricaturas, o dibujando. Me la pasaba mirando cómo mis hermas, mi hermano, y nuestro hermano de crianza se comportaban ya que son mayores, y yo quería aprender a comportarme como los mayores pero no tan mayores. Los mayores cool, no los mayores que mandaban.
Nunca le había dicho a nadie que quería ser escritor ya que temía que se rieran de mi.
Ya adentrado en la adolescencia, en la high school, escribía poemas de amor y estrofas románticas para los amores en mi cabeza - ya que mi timidez siempre dominaba ante cualquer chica que me gustara, así que lo que les quería decir se lo decía en la privacidad de mi propia mente. No recuerdo dónde en el tiempo perdí esas notas, pero si lo recuerdo. Y recuerdo la sensación de haber escrito lo que sentía, cómo lo sentía, cuándo lo sentía. Ah, cuántas confesiones en esas letras del pasado que nadie nunca leyó!
Recuerdo una vez haberle confesado a un amigo, durante mis tiempos de escuela, que deseaba escribir un libro sobre varias cosas. La vida, la salud y otras cosas más que ahora no recuerdo. Pero si recuerdo su reacción. “¿Pero tu sabes sobre esas cosas de las que vas a escribir?” me preguntó él. A lo cual yo respondí que no. Esa pregunta me jodió la cabeza, no porque él la haya hecho, sino porque yo tenía razón en la respuesta que le dí. Yo no sabía un carajo. Esto era simplemente una paja mental, un sueño mojado sobre letras que yo no podía escribir en ese momento, sobre una fantasia fuera de mi liga.
Y para ser honesto, así es que todavía me siento. Nunca es sufuciente. Nunca escribo correctamente. Aniquilo las oraciones con ultrajes ortográficos de los más horripilantes. Si las palabras sangraran tinta, aunque esta fuera tinta digital, yo fuese un asesino en serie. Si existiera el FBWI (Federal Bureau of Writing Investigation), creo que yo encabezaría la lista de los más odiados. ¿No me crees? Solo date una vueltita por mis escritos y ya verás; los más antiguos dan mas miedo - quedan advertidos.
Y a veces pienso en revisar mis escritos más viejos para que se lean mejor, pero luego pienso que si los arreglo estaré creando la idea en mis lectores de que siempre he escrito de la misma manera. De que si escribo malo si escribo malo y de eso no hay duda, pero uno nunca escribe de la misma manera.
Si algo he aprendido o me he inventado en una de mis pajas mentales, es que nadie que escriba siempre lo hace igual. Creo yo que cuando uno escribe, la emoción del momento o de esa pieza en específico - en la que uno se encuentra creando - es lo que se refleja en la escritura. Así que en mis escrituras van a poder encontrar desde motivación real hasta motivación desmotivada, excitación y lijuria, pasión por las cosas que hago (pero a veces mal comunicada), y otra serie de escenas horripilantes acompañadas de recetas, y de podcast de formato abstracto, con un espolvoreado de cosas que hacen verdadero sentido.
En la Universidad
Escribir dejó de ser mi enfoque cuando fui a la universidad. I mean, aparte de las líneas románticas que que le haya escrito a mi pareja en ese momento - esas que se escriben en tarjetas de Walgreens - no practicaba la escritura libre y voluntaria. De hecho, en ese momento ni fantaseaba con ser escritor. I was bad anyways! Es más, llegué a tomar una clase de redacción y composición con un profesor dramaturgo que cuando leía mis ensayos le daban ganas de llorar. “Juan, a este le falta como que un poco de inspiración.”, me dijo una vez el profe.
Pero lo que si puedo decir es que ahí en la universidad, es donde empecé a leer. Hello, había que leer obligao! Pero me gustaba lo que leía. Y las discusiones entre profesores y estudiantes sobre esas lecturas me gustaban aún más. Historia, filosofía, psicóloga, modelos educativos, análisis de artículos y libros, research, análisis detallado del movimiento humano y el ejercicio... Todos esos puntos de vista, todas esas vertientes y tangentes, me me abrieron la mente a pensamientos de los que no iba a escribir sino hasta mucho después.
Psicología, salud y fitness, mitología, y artes marciales eran mis temas favoritos a escoger en mi tiempo libre. Libros sobre éstos temas me encendían las ganas de aprender más. Por un tiempo tuve un crush con la mitología egipcia, de la cual no recuerdo mucho ya que me la pasaba imaginandome còmo yo hubieses vivido en esas historias y no pensando en lo que quería decir la escritura, so, técnicamente no las leí sino que me las imaginé. Y de vez en cuando tenía affairs con algún libro de recetas de cocina del pasado, y lo cual luego se convirtió en un romance entrañable.
La biblioteca de la universidad y yo eramos amigos, y varios de mis compañeros de clases me llamaban “El Lector”, ya que me la pasaba sentado leyendo frente a los salones de clase. Pero aquí les hago otra confesión, y es que en muchas de esas ocasiones en las que me encontraba “leyendo”, en realidad estaba aparentando leer para que no me molestaran, ya que me encontraba viajando en mi cabeza, soñando despierto, pensando en pájaros preñados y en peces de colores, en la chica que me gustaba, o dando conferencias en mi cabeza - así como me imaginaba que los autores de los libros que leía lo hacían. Me gustaba recrear escenarios en mi mente en los que “yo ya sabía sobre lo que hubiese querido escribir para allá para mis tiempos de high school cuando quería ser escritor”.
El Personal Trainer lector
De paso a ser un educador físico profesional, graduado y con ganas de salvar al mundo, “un estudiante a la vez”, decidí certificarme como entrenador personal, y fué ahí cuando descubrí que me gustaba leer sobre el cuerpo humano y su movimiento, sobre el comportamiento humanos y la salud y, todavía, ya más de dos décadas van desde que sigo leyendo de eso. Estudios, reportes, artículos, libros, revistas, blogs, publicaciones en los medios, y todo eso combinado con la nueva lectura audio visual, y de solo audio… YouTube, podcasts, y audio books.
De vez en cuando disfrutaba de alguna novela, de esas de escritores latinos reconocidos que escriben a ‘orillas del Rio’ o quienes anucian las crónicas de ‘una muerte'. Pero luego descubrí las novelas de Dan Brown con sus códigos, y sus ‘ángeles y demonios’, sus ‘símbolos perdidos', y sus infiernos de Dante - y por más lame que muchos digan que fueran, estas me ayudaron a practicar el enfoque en la lectura. Aquí comencé a intentar escribir sobre comida, y coqueteaba con una que otra ficción corta que nunca llegaba a terminar.
Me leí los libros de Anthony Bourdain. Estos me dieron un poco más de empuje para querer volver a escribir, o al menos a intentar. Sus libros y su forma de escribir, junto con sus programas en la tele, han sido una gran furnte de inspiración para mi. Leí el Hagakure (El libro del Samurai), Mi Caja de Herramientas, Donde reinan las arpías, El Arte de la Guerra, y El Libro de los Cinco Anillos de Musashi. He estado leyendo a Joseph Campbell y a su ‘Heroe de las mils caras’, y a ver si entiendo los arquetipos de las cosas que quiero escribir. También me leí varios libros de negocios, de ventas, de lectura del lenguage corporal y microexpresiones, y de esos de convencer a la gente de que haga o me compre lo que yo quisiera - de esos de las leyes del poder, y de como hacer reframing en las cabezas de quienes me rodeaban.
También leí libros de cómo ligar. O sea, de como llevarme enredada, si saben a qué me refiero, a cualquier mujer que yo quisiera. Aunque nunca fue mi estilo, y siempre fui bastante tímido para esas cosas. Y por otra parte, una cosa era leer sobre eso y vivirme la historia an mi cabeza, y otra era la realidad de lograr, aunque fuese, decir “Hola!”.
Lo que si es que aprendí de estos libros un poco más sobre el comportamiento humano, y sobre mi, sobre como enfrentar algunos de mis miedos sociales… o en otras palabras, el miedo a hablarle a las mujeres, y a otras personas en general. También aprendí sobre cómo observar y analizar, sobre cómo escuchar - lo cual no solo me ayudó con lo social sino a la vez con lo persona y profesional. Que cosa que aprendí eso de un libro de ligada! The Game se llama el libro. Por Neil Strauss. Y of course si aprendí par de trucos de ligada que llegué a implementar durante la cacería. Duh!
Entre todas esas lecturas, escribí artículos para revistas locales y periódicos sobre personal training, escribí recetas para una revista virtual. Llegué a escribir artículos sobre motivación, salud, y fitness para una plataforma reconocida, y legué hasta a salir una vez en una estación de radio hablando de ejercicios para embarazadas. Hasta llegué a dar charlas frente a mucha gente (Niños, aldultos, edolecentes maltratadas, embarazadas, ancianos, y hasta a nivel corporativo). He tenido varios blogs sobre recetas y cosas relacionadas a la cocina.
Oh, eso de las recetas! Pues resulta que mientras estudiaba, y mientras trabajaba como trainer y maestro me hice cocinero, aunque les digo que a mis 16 años trabajé en un restaurante lavando platos y haciendo pizza - y antes de eso mi mamá y mi papá tuvieron negocios de comida - por lo que ya venía con un poco de experiencia, y a mi siempre me gustó la cocina. I mean, con eso de trabajar en restaurantes, ser personal chef, caterer, llegar a dar clases de cocina y todo! En una de esas clases conocí a mi esposa. Y de los libros de cocina que he leído pues y he perdido la cuenta. Y sobre cuántas recetas tengo escritas por todas partes, también perdí la cuenta.
Hay que leer mucho para aprender a escribir? Yeah right!
He leído con gusto y ganas y sin deseo también, y sigo leyendo, y no paro de leer, ni de escribir. Tengo como tres novelas cortas empezadas, solo el principio, o sea la idea, lo que es igual a casi nada. Y si, he escrito reportes de estudios, currículos, y artículos profesionales, por eso del trabajo, pero no como escritor.
Resulta que luego de tanto tiempo en esto de la educación física y del fitness y de la salud, hace unos años decidí comenzar a escribir un libro relacionado a esos temas, pero explorando su lado oscuro, y su lado filosófico. Mi masterpiece! Llevo cuatro años escribiéndolo y ya va por el quinto título. Cuatro años les confieso en los que creo que ni voy por la mitad, haciendo research y escribiendo sobre las cosas de las que quiero hablar en ese libro. Pero el issue está en que las cosas de las que he querido hablar en ese libro han cambiado varia veces. O sea, el libro empezó con una idea y ya va por otra, en la misma línea pero diferente.
Soy muy indeciso en esto de decidir cuándo algo está bien, para que haga sentido. A la que termino un parrafo, de repente salto diez o veinte páginas al pasado para asegurarme de que cualquer referencia que haya hecho sobre eso de lo que acabo de escribir encage. Y me la paso más en el back and forth de la incertidumbre, que going forward with cenrtainty así como los profesionales lo hacen y dicen es sus “5 secretos para ser escritor”.
He aprendido que no es fácil eso de querer ser escritor. El serlo suena fácil, pero el querer serlo me resulta un tanto complejo. Quererlo implica dedicación total, de esas con las que solo los escritores profesionales pueden bregar. Yo no, yo me despisto de nada. Se supone que esté escribiendo mi libro y estoy escribiendo esto, y editandolo, (y narrandolo). Imagínate tu!
Y sigo leyendo a los escritores y escritoras cuyos estilos me gustan, y escuchando sus podcasts para ver si puedo aprender a escribir, a leer, y a hablar con ellos. No como ellos, sino con ellos. A contar historias. Así como si fuesen mis mentores, pero sin ellos saberlo. Yo les robo mi inspiración. Earnest Hemingway con sus historias, Christopher Ryan con su vantropología, Alexis Sebastian-Mendez con su jocosidad y lógica neutral, entre varios más. Neil DeGrasse Tyson, Levar Burton, Sean Carroll, Danielle Bolelli, El Buen Librero, Nemesio Canales, Cortzar, Neruda, Mayra Santos Febres... Pero siempre mi mente se desvía y se va a navegar por otros océanos de pensares.
Pero me he enterado a través de entrevistas o libros que hablan sobre Mark Twain y Earnest Hemingway, dos escritores extremadamente reconocidos y cuyo trabajo es seguido y estudiado tanto por escritores de verdad - esos que demandan que se les llame Autor Fulano de Tal tanto como escritores wannabe así como yo - sufrían del mismo WADD (Writers’ Attention Deficit Dissorder) por sus siglas en inglés inventadas por mi. Tambíen sufrían de saltarse puntos y comas, yu de poner una letra donde no va, y de escribir cosas que no hacían nungún sentido al universo. O sea, Twain y Hemingway. Y uno aquí jodiendose!
Y pues hice este blog/podcast para escribir, narrar, y hablar de todas esas pajas mentales y cosas que me vienen a la cabeza. Que si recetas, que si ensayos, que si fantasías cortas gastro-eroticas o de fitness drama, y consejos de salud y fitness. Pero también está el issue del idioma. Español, Inglés, y Spanglish. I mean, casi dies años viviendo en Estados Unidos como que agringan a uno. Y eso aparte de que el haber escrito en inglés me ha hecho entender que a veces las traducciones le quitan esencia a lo que unio quere decir. Así pues un vete al carajo no suena igual cuando uno de verdad quiere decir fuck you. Y tengo esa disyuntiva, pues cuando pienso algo en inglés prefiero escribirlo en inglé, y si es en español pues en español, y en spanglish cuando esos dos mundos convergen. A veces escribo más de lo que hago podcast, y a veces es alrevés, y a veces voy a la par.
No creo que sea escritor - ni podcaster, siendo honesto. Mi formato es vago, mi consistencia varía de acuerdo a mi estado de ánimo, a mi agenda de trabajo, o al nivel de vagancia que tenga.
Y pues si ser escritor significa enfocarse en una sola cosa, tener un formato fijo, tener metas las cuales requieran el yo dejar de ser yo - pues no sé cómo hacerlo. Seria como decirle al mar que enfocara todas sus corrientes en una sola dirección y que mantuviera sus olas a la misma altura. Como pedirle a las abejas que busquen polen en una sola flor, o que en el momento del climax sexual te pidan que aguantes la venida. Como no cruzar lenguas ni morder labios en un beso apasionado.
El caso de la timidez profunda.
Hablando de aqueyo de yo ser timido, les digo que llegué a serlo tanto y tanto que raspaba los límites de lo real. Expresar misentir era dificil y todavía lo es, por lo que vivo en mi cabeza. Y vivir en mi cabeza - off course con las obvias y debidas interacciones con el mundo externo - quiere decir que solo yo, y mi esposa (el burro alante…) somos mis únicos críticos.
Se dice que una de las mejores maneras de saber si uno escribe o narra bien es buscando el feedback no solo de sus lectores o escuchas, sino también de quenes uno admira, pero aquí entra la timidéz en juego. Llevo varios emails ya comenzados, dirigidos a personas a quienes escucho, observo, y leo - los cuales no acabo de terminar; no por no saber lo que quiero decir, sino por la batalla en mi cabeza. O sea, mira si es tanto el issue que me atrevo a decirlo aquí, pero no me atrevo a hacerlo.
Verán, en mi cabeza ya yo he enviado esos emails, y película que me juego en la mente resulta en un drama que termina en tragedia, donde el aprendíz es dendegado por su maetro - y este se vá a vagar por el mundo en búsca inspiración. Y pues no los he terminado - ya que en mi cabeza o no los leyeron, o los leyeron y lo consideraron una mierda. Y cierro el caso y ahí se queda eso. The struggle is real!
No me decido a escribir de una sola cosa. Tengo multiples intereses!
Gran parte de mi issue es que muchas veces se que no se me toma en serio ya que no siempre escribo del mismo tema. Salto de escribir consejos de fitness, a historias de food porn; y de ensayos sobre caminar en la naturaleza, a ficciónes cortas de drama o a recetas de cocina; o de a leer ensayos o artículos sobre temas filosóficos, a despotricar sobre notas que tomo en mi cabeza. Pero es que se me hace dificil seguir un solo tema a la vez! Las cosas que pasan por mi cabeza no estan programadas, y las cosas que pasan en mi vida menos, por tanto tengo diferentes pensares y diferentes sentimientos cada dia, y en diferentes idiomas; y así mismo escribo, yendo con la corriente en vez de buscar controlarla.
Me he suscrito a websites y revistas para escritores y podcasters. De esas que casi todos los días envían un email con promts, con los 10 trucos para el éxito, con la técnica de fulana, o de cómo conseguir myor audiencia en menos de una hora y sin hacer mucho… pero termino siempre dandole unsubscribe porque, me resultan tontos, o me aburro, o el estar recibiendo emails constantemente sobre estas cosas me molesta y me canso.
La verdad es que maybe en otra vida me hubiese gustado saber escribir y hacer podcast, pero en esta vida no se si pueda. Y pues seguré aprendiendo. Lo que si les puedo decir es que me gusta la experiencia de escribir y me gusta hacer podcast por lo que lo voy a seguir haciendo mientras pueda, por más malo que sea.
Bye!